viernes, 8 de enero de 2010

Kris Freeman, el doble reto

Kris Freeman es un esquiador de fondo con un brillante palmarés, vigente campeón estadounidense, con varios puestos destacados en pruebas de la Copa del Mundo (dos 4º y dos 5º), es además miembro del equipo olímpico de su país y participará en Vancouver con la ambición de hacer un gran papel.

Todo esto sería admirable en sí mismo en un deporte tan exigente y con tanta rivalidad como el esquí de fondo, realmente, no debe ser fácil estar ahí arriba. Pero es que además, Kris Freeman es diabético. Padece una diabetes tipo I (una enfermedad, normalmente diagnosticada en la juventud, que requiere de la administración diaria de la insulina que el organismo no es capaz de producir). Sólo quien la padezca o esté familiarizado con la enfermedad, puede hacerse a la idea del condicionante extremo que introduce en los hábitos cotidianos del paciente. Son muchos los factores (dieta, esfuerzo, stress, enfermedades, etc…) que vienen a alterar el control preciso del nivel de azúcar que nuestro cuerpo exige. En nuestro caso, el páncreas responde automáticamente a esas modificaciones regulando el nivel de secreción de insulina según interese. El diabético debe analizar su nivel de azúcar y regular él mismo la insulina que debe administrarse.

Bien, imaginaos ahora lo que eso supone para Kris Freeman. Todos sabemos de la importancia del metabolismo del azúcar en los deportes de resistencia, ¿quién de vosotros no ha sufrido una “pájara” después de varias horas de esquí o de bici? Esa pájara que nos deja exhaustos y nos obliga a parar es debida a una hipoglucemia (ya no nos queda azúcar que quemar). En un diabético esta situación es extremadamente peligrosa, con el riesgo de entrar en un coma hipoglucémico con un desenlace fatal si no se remedia a tiempo. El exceso de azúcar, aunque puede, en determinadas situaciones, suponer una urgencia vital, lo es más raramente. Sin embargo, sí que supone un condicionante importante para la práctica deportiva por la mayor tendencia a la acumulación del tan odiado ácido láctico (ése que satura mi sangre mientras Josu se pasea a mi lado tratando de darme conversación).

Hace varios años Josu Feijoo, montañero gasteiztarra y también diabético insulinodependiente, logró alcanzar la cima del Everest, demostrando también que la tenacidad del ser humano y la ayuda de la tecnología médica pueden superar obstáculos hace pocos años insalvables.

Además de contra sus rivales, Kris Freeman, el primer diabético de la Historia que participará en unos Juegos Olímpicos, tendrá que luchar contra todos esos obstáculos.

¡Ánimo Campeón!

Podéis leer un interesante artículo sobre su historia en esta página de la revista Cross Country Skier, o acceder aquí a su blog, donde nos cuenta detalles sobre la bomba de insulina que utiliza y cómo le va en sus carreras.


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