lunes, 29 de noviembre de 2010

Se busca

Foto: I Isaev, Russian Ski Magazine
En el oscuro y siniestro mundo del doping abundan los personajes ladinos y repulsivos, esos que dan palmaditas de ánimo en la espalda con una mano mientras con la otra proporcionan la pócima fraudulenta, el veneno que irá destruyendo poco a poco, además de la salud, la autoestima de quien lo consume y sus valores éticos. Éstos ponen al menos en riesgo sus carreras y, de vez en cuando, son descubiertos y castigados. Los primeros lo son muy raramente. Todos les conocemos, algunos van con bata blanca y otros con un cronómetro colgado del cuello y se han paseado (y algunos se pasean todavía) impunemente por cualquier escenario deportivo en el que haya dinero que repartir.

Este personaje de la foto, con aspecto de haber salido de una película de Tarantino, es Anatoly Tchepalov, padre y entrenador de Julia Tchepalova. Apartado de la selección rusa después de los escándalos de dopaje del año pasado junto a varios técnicos más. Aquellos asuntos de dopaje implicaron a varios deportistas entrenados por Tchepalov, además de su hija, la campeona olímpica.

En FasterSkier nos cuentan que sigue ejerciendo su profesión de entrenador al más alto nivel, igual que Yuri Charkovsky y Victor Smirnov, otros dos de los sancionados en Rusia. Los estamentos oficiales del esquí de fondo rusos se lavan las manos, confesando su impotencia ante una situación en la que carecen de competencia mientras no entrenen a esquiadores miembros de su selección nacional.

Rafa

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