martes, 21 de diciembre de 2010

La parte superior del cuerpo en el esquí de fondo

P Northug, foto: Terje Visnes
“Tirar de brazos” o “remar”, son expresiones referidas al esfuerzo realizado con la parte superior del cuerpo. En el esquí de fondo el protagonismo de esta parte de nuestra anatomía es mayor en el paso simultáneo y en el skating que en el paso alternativo. En este artículo de Nordic Ski Racer, Stephen Seiler, investigador noruego, nos explica algunas particularidades del trabajo del tronco y brazos en este deporte.

Hay dos datos significativos y de gran trascendencia para el entrenamiento en este artículo. El primero es comprobar que la capacidad de llegar al máximo consumo de oxígeno utilizando la parte superior del tronco es bastante limitada y muy diferente en función del nivel de los esquiadores, así, se nos dice que donde un esquiador no entrenado puede alcanzar sólo el 60% del valor de su consumo máximo de oxígeno (medido cuando utiliza todo el cuerpo en el esfuerzo: en paso alternativo en subida, p. e.), un esquiador aficionado con entrenamiento puede llegar al 70-85% y un profesional del máximo nivel al 90-95%. Hay que tener en cuenta que estos datos comparan cifras relativas, es decir, no estamos comparando la capacidad de trabajo del tronco de P Northug con el mío, sino la proporción de energía que cada uno podemos producir en esas condiciones, comparado consigo mismo.

El otro dato que apunta S. Seiler es que nuestro rendimiento se beneficiará mucho más del trabajo en el gimnasio de la parte superior del cuerpo que de la inferior. La explicación es la siguiente y está relacionada con lo comentado en el párrafo anterior: en el paso alternativo, es decir, cuando ponemos en acción la mayor parte de los grupos musculares de nuestra anatomía, el factor limitante para el rendimiento es nuestro corazón y los mecanismos implicados en la distribución del oxígeno y la eficiencia energética. Una vez saturados estos mecanismos, de nada nos servirá tener más desarrollo muscular. Lo que deberemos entrenar será nuestra capacidad para transportar y aprovechar el oxígeno y nuestra capacidad de realizar trabajo anaerobio. Sin embargo, en las situaciones en las que solo trabajan los músculos de la parte superior, únicamente cabe esperar que lleguemos a una parte de nuestro rendimiento máximo, el factor limitante no será nuestra capacidad general de realizar esfuerzo, sino en qué medida seamos capaces de implicar esta capacidad con una parte de nuestros músculos. Los esquiadores de élite lo consiguen en un 90-95%. Por eso, nuestro rendimiento sí que se beneficiará del entrenamiento en el gimnasio del desarrollo muscular de la parte superior del cuerpo. En los movimientos en los que ésta sea la protagonista (skating y simultáneo), este desarrollo será muy determinante.

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